lunes, 30 de septiembre de 2013

Spider


Sarasuady Rebollo 


No soporto más esto. ¿Acaso creen que no me duele que me hayan separado de mi madre? Asesinos, ¡asesinos! Tengo que hacer algo, ella no es mi mamá. No soporto el olor a cigarrillo de su abrigo ni el odioso ruido de sus tacones por la casa. Malditos, he pasado cada hora esperando paciente el momento justo, planeando, midiendo, contando los minutos mientras sonrío; debo tenerlos tranquilos y seguir esperando.
Un día más, mi padre me ha golpeado la cara y quiere hacerme creer que mi madre es esa zorra barata que espera en casa. Le he dicho que le creo, observo a mi mami hecha un bulto de tierra y me disculpo. Sé que pronto lo pagarán.
Malditos asesinos se van a arrepentir. Tengo un cordel resistente y un plan perfecto, espero a que salgan de la casa y comienzo a prepararlo. La espera me trae la recompensa esta noche, ella duerme perdida en alcohol, es el momento. Sólo un tirón a la cuerda para que el gas llene sus pulmones con mi odio. Bastan unas bocanadas para arrancarle a mi padre el amor que él me negó aquella noche. Debo esperar de nuevo, mi habitación huele a triunfo. Ese hombre me lleva fuera de la casa para después arrastrar el cuerpo inerte de la impostora.
Gritos, llanto. Nada me importa pues lo he logrado. Él repite que he matado a mi mami pero yo sé la verdad, esa zorra barata dejó de ser mi madre aquella noche en que me abandonó para correr de nuevo a sus brazos.

No hay comentarios: