lunes, 30 de septiembre de 2013

Bajo la mano

Jesús Urbina 


Escarabajos son mis manos el incienso de la noche cultivo un árbol con el silencio de la nada y abrazo caracoles arrojo corazones por la borda de la secuela de tu mirada soy un adicto a la melancolía miro volar mis sueños sin consecuencias mis uñas en la arena caminan soledades bajo la piel la sombra de los recuerdos en la vereda verano de papel de verdad soy un camaleón carruaje carrusel en nombre de mis labios he muerto catorce veces y he resucitado otras cien en los carteles de neón se dibujan cicatrices el aura de mi sombra no me asombra verde y blanco son el color de mi lucidez azul el misterio rojo y arrojo el cerrojo de mi soledad en las manos tengo escarabajos escaleras por las que debo de bajar suben a lo lejos el vaho de los corazones los latidos son la enredadera de hierro en metálica mirada el big bang es mi insomnio duermo velas veladoras de aromas ancestrales caminos que van y vienen pero no me llevan a ninguna parte el embarcadero ha quedado desolado soy un soldado jubilado la juventud es el sueño de mi abuelo vuelan los poemas que no tienen alas y son el viento como el agua dulce es azúcar salada en la mirada de los enamorados bajo la farola apagada se encienden soledades arden en inmensas llamaradas todos los corazones con luces inapagables el suelo esta repleto de silencios la noche es ámbar y es arrojado un cigarrillo al aire al suelo cae pero no se apaga sino me da la gana duermo hasta el medio día soñando se me fue la vida soy un reptil una criatura exquisita en el espejo deje caer al mar mi sonrisa y suavemente se desliza por el borde de la melancolía voy pero no tengo prisa la brisa de la muerte me reconquista me reconcilia me recompone y me quita todo lo que nunca tuve pero el alma se me escurre y es tan hermosa la soledad que nada más se me ocurre el rompecabezas de mil piezas esta incompleto y en la mano un camaleón juega a ser yo mientras yo juego a perder el tiempo la noche es bella pero no le quedan más estrellas pienso en nada y se me apaga la mirada la cicatriz de chocolate en la mano tengo puesto el guante para no dejar huella cuando sepan que yo apague el resplandor de todas las estrellas cantan tristes las sirenas los barcos caen por el borde de mi alma soy un carruaje azul de gris quemada en la mano tengo todo pero en la mano no me queda nada los escarabajos se comen mi alma a destajo soy el árbol que no tiene hojas cien ojos son miradas de gusanos anochece tras la noche el resplandor del diente brilla de una manera sutil pero sorprendente se acerca silenciosa la serpiente soy la muerte mirándote a la cara de una manera indiferente el juez de la vida y la condena quedo pendiente no me tientes soy la estrella más lejana y la mirada que te abraza siempre en el mar deje caer lo que soy pero en la luna brilla brillantina una canción de hojas que caen al suelo y en silencio camino por la senda del olvido soy divino pero muero cada día de una manera lenta y escribo sobre el frío cada vez que estoy contigo la noche es un relámpago asesino nunca duermas conmigo mejor es no saber nada lo prohibido es el olvido soñar y no ser nadie vivir y no recordar el andar de los escarabajos bajo la mano tengo nada y en el aire me disipo no creas en nadie decir la verdad es un cumplido que nadie a comprendido soy un anfibio y en el mar el caparazón de la muerte he perdido la razón se incendian pergaminos decir mucho y no tener ningún tema ningún motivo debe ser que debe ser un tratado mal logrado y no un poema la noche la luna es nueva pero mi corazón me aconseja que duerma y sueño que sueño porque soñar esta prohibido cuando todo lo demás queda excluido he vivido roto todo lo que he podido pero ser nadie es el regalo que el mar y la brisa me han ofrecido debí ganar pero tenia hambre el jaguar soy el acompañante de la soledad en la mano sostengo en la mano el cigarro apagado voy caminando a tu lado y no importa sino das conmigo soy el sueño que no has tenido y tiendo mi alma sobre tu mirada para soñar que todo lo demás no importa la vida es corta y este poema es la última pieza de tu corazón rompecabezas rompecaricias rompemiradas y en el azul de la noche algo rosa secuestra y se posa y reposa en la rosa de mi corazón jardín amora creo que soy un cometa y si no estás atenta paso de largo y me largo al abismo de los poetas suicidados bajo el carmín de tus labios el resplandor de los escarabajos bajo mi mano he perdido el camino el carruaje que viaja y viaja pero no me lleva contigo la mantis atrapa mi pasado y devora lo que fui pero nunca lo que he logrado tengo miedo de perderme a tu lado he descifrado el mensaje en tus ojos extraviado la carta que nunca te ha llegado la escribí con arena y deje que el mar por ti la leyera es que no conoces el lenguaje de las sirenas ellas son bellas pero tú brillas como estrella y de mirarte nadie se ha hecho piedra en dos mil años creímos encontrarte creímos en la tierra bajo la lengua tengo una isla secreta bajo el corazón tengo tallado el nombre de una mujer real pero no verdadera será que tú eres de entre todas la primera la primavera se ha escapado ya es otoño y en invierno duermo solo bajo la lengua de un árbol el esqueleto de una ballena en las costas de tus manos en las mías tengo todo pero nada nunca he logrado gris y azul en verde es mi pasado siento que te conozco pero despierto de la vida la luna ya no brilla en brillantina quedan pedazos de mi alma por tu cuerpo desnudo regados y tú no te das cuenta aun no entiendes el lenguaje de los olvidalabios extrañarte es un cumplido olvidarte es mi regalo sueño roto en la noche las estrellas arden y se cierra el loto mi corazón es un cometa y tu cuerpo fue la meta pero despierto y despiertas el uno en el otro y es como la luna a media día como una estrella perdida en el recuerdo de un te quiero a la deriva quise ser la noche pero la noche se fue contigo sin nada tengo todo pero mi mano se suicida ante la ausencia de una caricia el corazón es una tumba el poema un epitafio y los escarabajos son testigos los testigos del olvido mi mano es un poema que jamás debió de ser escrito la soledad una condena y la tierra es una cárcel cuando sobre tus labios escribo sin haberte conocido 

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