Jesús Urbina
Escarabajos son mis manos el incienso de la noche cultivo un árbol con
el silencio de la nada y abrazo caracoles arrojo corazones por la borda de la
secuela de tu mirada soy un adicto a la melancolía miro volar mis sueños sin
consecuencias mis uñas en la arena caminan soledades bajo la piel la sombra de
los recuerdos en la vereda verano de papel de verdad soy un camaleón carruaje
carrusel en nombre de mis labios he muerto catorce veces y he resucitado otras
cien en los carteles de neón se dibujan cicatrices el aura de mi sombra no me
asombra verde y blanco son el color de mi lucidez azul el misterio rojo y
arrojo el cerrojo de mi soledad en las manos tengo escarabajos escaleras por
las que debo de bajar suben a lo lejos el vaho de los corazones los latidos son
la enredadera de hierro en metálica mirada el big bang es mi insomnio duermo
velas veladoras de aromas ancestrales caminos que van y vienen pero no me
llevan a ninguna parte el embarcadero ha quedado desolado soy un soldado
jubilado la juventud es el sueño de mi abuelo vuelan los poemas que no tienen
alas y son el viento como el agua dulce es azúcar salada en la mirada de los
enamorados bajo la farola apagada se encienden soledades arden en inmensas
llamaradas todos los corazones con luces inapagables el suelo esta repleto de
silencios la noche es ámbar y es arrojado un cigarrillo al aire al suelo cae
pero no se apaga sino me da la gana duermo hasta el medio día soñando se me fue
la vida soy un reptil una criatura exquisita en el espejo deje caer al mar mi
sonrisa y suavemente se desliza por el borde de la melancolía voy pero no tengo
prisa la brisa de la muerte me reconquista me reconcilia me recompone y me
quita todo lo que nunca tuve pero el alma se me escurre y es tan hermosa la
soledad que nada más se me ocurre el rompecabezas de mil piezas esta incompleto
y en la mano un camaleón juega a ser yo mientras yo juego a perder el tiempo la
noche es bella pero no le quedan más estrellas pienso en nada y se me apaga la
mirada la cicatriz de chocolate en la mano tengo puesto el guante para no dejar
huella cuando sepan que yo apague el resplandor de todas las estrellas cantan
tristes las sirenas los barcos caen por el borde de mi alma soy un carruaje
azul de gris quemada en la mano tengo todo pero en la mano no me queda nada los
escarabajos se comen mi alma a destajo soy el árbol que no tiene hojas cien
ojos son miradas de gusanos anochece tras la noche el resplandor del diente
brilla de una manera sutil pero sorprendente se acerca silenciosa la serpiente
soy la muerte mirándote a la cara de una manera indiferente el juez de la vida
y la condena quedo pendiente no me tientes soy la estrella más lejana y la
mirada que te abraza siempre en el mar deje caer lo que soy pero en la luna brilla
brillantina una canción de hojas que caen al suelo y en silencio camino por la
senda del olvido soy divino pero muero cada día de una manera lenta y escribo
sobre el frío cada vez que estoy contigo la noche es un relámpago asesino nunca
duermas conmigo mejor es no saber nada lo prohibido es el olvido soñar y no ser
nadie vivir y no recordar el andar de los escarabajos bajo la mano tengo nada y
en el aire me disipo no creas en nadie decir la verdad es un cumplido que nadie
a comprendido soy un anfibio y en el mar el caparazón de la muerte he perdido
la razón se incendian pergaminos decir mucho y no tener ningún tema ningún
motivo debe ser que debe ser un tratado mal logrado y no un poema la noche la
luna es nueva pero mi corazón me aconseja que duerma y sueño que sueño porque
soñar esta prohibido cuando todo lo demás queda excluido he vivido roto todo lo
que he podido pero ser nadie es el regalo que el mar y la brisa me han ofrecido
debí ganar pero tenia hambre el jaguar soy el acompañante de la soledad en la
mano sostengo en la mano el cigarro apagado voy caminando a tu lado y no
importa sino das conmigo soy el sueño que no has tenido y tiendo mi alma sobre
tu mirada para soñar que todo lo demás no importa la vida es corta y este poema
es la última pieza de tu corazón rompecabezas rompecaricias rompemiradas y en el
azul de la noche algo rosa secuestra y se posa y reposa en la rosa de mi
corazón jardín amora creo que soy un cometa y si no estás atenta paso de largo
y me largo al abismo de los poetas suicidados bajo el carmín de tus labios el
resplandor de los escarabajos bajo mi mano he perdido el camino el carruaje que
viaja y viaja pero no me lleva contigo la mantis atrapa mi pasado y devora lo
que fui pero nunca lo que he logrado tengo miedo de perderme a tu lado he
descifrado el mensaje en tus ojos extraviado la carta que nunca te ha llegado
la escribí con arena y deje que el mar por ti la leyera es que no conoces el
lenguaje de las sirenas ellas son bellas pero tú brillas como estrella y de
mirarte nadie se ha hecho piedra en dos mil años creímos encontrarte creímos en
la tierra bajo la lengua tengo una isla secreta bajo el corazón tengo tallado
el nombre de una mujer real pero no verdadera será que tú eres de entre todas
la primera la primavera se ha escapado ya es otoño y en invierno duermo solo
bajo la lengua de un árbol el esqueleto de una ballena en las costas de tus
manos en las mías tengo todo pero nada nunca he logrado gris y azul en verde es
mi pasado siento que te conozco pero despierto de la vida la luna ya no brilla
en brillantina quedan pedazos de mi alma por tu cuerpo desnudo regados y tú no
te das cuenta aun no entiendes el lenguaje de los olvidalabios extrañarte es un
cumplido olvidarte es mi regalo sueño roto en la noche las estrellas arden y se
cierra el loto mi corazón es un cometa y tu cuerpo fue la meta pero despierto y
despiertas el uno en el otro y es como la luna a media día como una estrella
perdida en el recuerdo de un te quiero a la deriva quise ser la noche pero la
noche se fue contigo sin nada tengo todo pero mi mano se suicida ante la
ausencia de una caricia el corazón es una tumba el poema un epitafio y los
escarabajos son testigos los testigos del olvido mi mano es un poema que jamás
debió de ser escrito la soledad una condena y la tierra es una cárcel cuando
sobre tus labios escribo sin haberte conocido
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